sábado, 1 de noviembre de 2008

DEJADEZ EN LA PLAZA DE LA TRINIDAD

Soy de la misma opinión que mi amigo Juan Pérez Bermejo, propietario del Bar “Curro”: la Plaza de la Trinidad está en plena decadencia; vamos, que está dejada de la mano de Dios. Y, en efecto, si nos detenemos a observar este precioso rincón de Córdoba, podemos deducir que, tras haber pasado más de cuatro años desde su remodelación, al día de hoy la Plaza está peor que antes de haberla remozado.
Así, puede apreciarse que cuando se actuó sobre ella, se instaló un cartel indicador que detallaba el lugar (el cartel desapareció hace tiempo y sólo queda la base que es un obstáculo para los viandantes); se colocaron una serie de farolas de pie modelo “córdoba” que, al poco tiempo fueron sustituidas por unos pivotes metálicos, reduciendo así la iluminación nocturna de la plaza; se pusieron varios bancos de forja, de los que tan sólo quedan tres y desvencijados, siendo lo más curioso, que uno de los desaparecidos permite el acceso al mismo centro de la plaza de coches; se colocó una fuente pública al lado de la estatua dedicada a Góngora: la misma desapareció, contando actualmente en su lugar con una papelera.
Asimismo, respecto a la solería, decir que la misma está tan degradada que más de una cordobesa ha tropezado o ha introducido de forma casual sus tacones de los zapatos, con el riesgo de caídas; el suelo de la vía de circulación esta rehundiéndose cada día más; los árboles sobreviven a duras penas y finalmente, las bolas de piedra existentes están en su mayoría sueltas. Es por lo que desde esta tribuna en nombre de los vecinos y usuarios de esta recoleta Plaza intereso a la autoridad competente a fin de que adecente lo más pronto posible la misma.

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