jueves, 10 de enero de 2013

JOSÉ ANTONIO, PRESENTE EN CÓRDOBA

Es curioso lo que se ve en nuestra ciudad cuando paseas y te dedicas a observar los detalles de los elementos que la integran. Me pasó hace unas semanas, cuando estaba haciendo de cicerone a unos familiares venidos de fuera para enseñarles algunos de sus monumentos. Erá sábado y serían alrededor de las doce de la mañana y hacía un día soleado; lo digo, porque al mirar hacia la Torre de la Malmuerta, en su lado este, al lado del arco, pude comprobar cómo en la piedra aparecía como por ensalmo grabado el nombre de "José Antonio Primo de Rivera". Imagino que ello se debe a que en la posguerra se tomó la citada torre como base de monumento a los caídos, con una gran cruz que ocupaba toda la altura de la misma y, parece que el nombre del "ausente" no solo se colocó mediante letras sujetas a la pared sino que la autoridad competente ordenó su grabado en la piedra, con lo que a pesar de desmontarse referido montaje conmemorativo, el nombre quedó plasmado para siempre en la pared. Algo curioso, sí señor.

domingo, 4 de noviembre de 2012

'Tropezaero' en la Plaza del Potro


03/11/2012

Nos ocurrió anoche (sábado 27 de octubre), dando un paseo por la incomparable Plaza del Potro: cuando estábamos saliendo de la misma, estuvimos a punto de sufrir un percance personal por culpa de un "tropezaero", como decimos por aquí.

En concreto, me refiero a la salida de la citada plaza con la calle San Francisco, antes de la Toquería, en su lado derecho, siguiendo la línea de fachada del Museo de Bellas Artes hasta su esquina con la mencionada calle.
Pues bien, en la base de la misma esquina sobresale una pieza del bordillo de la calle San Francisco, de unos diez centímetros de largo que no debería estar allí, ya que si se viene andando desde la misma calle para entrar en la plaza no molesta, en cambio, si se viene desde la misma, puede ocurrir lo que nos pasó, esto es, tropezar con el "invisible" trozo de bordillo, caernos y partirnos la crisma; en nuestro caso, sólo tropezamos y milagrosamente pudimos recuperar la verticalidad.
A todo ello debemos unir el dato de que el único farol existente en la citada confluencia estaba apagado o fundida su lámpara.
Desde estas líneas ruego a la autoridad competente proceda a la subsanación inmediata de dicho problema ya que peligra la integridad física de todo ciudadano que pase por el lugar expresado, máxime con el tránsito de personas que a diario soporta la zona, sobre todo, de turistas que al ir normalmente en grupo, difícilmente pueden percatarse del obstáculo hasta que no tropiezan con el mismo, además de las reclamaciones patrimoniales que puede ahorrarse nuestro Consistorio y la aseguradora del mismo.
Antonio Muñoz Centella

martes, 10 de enero de 2012

AHORRO EN GASOLINERAS


Mal comenzamos el año. El otro día llegue a una gasolinera, por más señas en el centro de Córdoba y cuál fue mi sorpresa al comprobar que ya no existe empleado que te atienda al pie del surtidor como siempre, sino que desde primeros de enero es autoservicio.
Ante la novedad, me contestó el único empleado existente detrás de la caja, en el sentido de que la Empresa había decidido suprimir dos puestos de trabajo y que eso era lo que había. Le pregunté si con el autoservicio el precio del combustible era más barato, vamos que si el ahorro de personal repercutía de forma positiva en el precio del mismo y me dijo que no, que valía lo de
siempre.
Ante tal postura, adoptada por la mayoría de las gasolineras de Córdoba y provincia, decir que mientras exista una sola en la que aún sirvan el combustible y al mismo precio, iré a esa. Me parece inaudito que el ahorro del coste de personal tan sólo beneficie al propietario de la gasolinera.
A ello hemos de unir otro dato importante como es el tema de la seguridad. Se han parado a pensar para qué sirven los temas de prevención de riesgos laborales si quien se sirve el combustible es el cliente, que los hay más o menos torpes y en caso de siniestro, la responsabilidad recae sobre este último.
Desde aquí lanzó un mensaje a todos los clientes de combustible: no vayan a los surtidores de autoservicio mientras existan otras que tienen empleados, por el bien de sus bolsillos, por su seguridad y por los puestos de trabajo que tanta falta hacen en los tiempos que corren.

viernes, 30 de diciembre de 2011

UN NUEVO ABOGADO

Ahora que ha entrado en vigor la nueva Ley sobre acceso a la profesión de abogado y procurador de los tribunales, recuerdo que me colegié a instancias de mi suegro, D. Manuel de Toro Sotomayor, ya que por entonces, año de 1985, ya se hablaba de que iban a restringir el acceso a la profesión de abogado. Ante dicho temor, como digo, comencé a arreglar toda la documentación necesaria para darme de alta en el Colegio de Abogados de Córdoba.
Lo curioso de todo esto es que mi familia, por diversas circunstancias, sobre todo económicas, no podía hacer frente a todos los gastos que ello conllevaba (desde el alta en Licencia Fiscal, colegiación, mutualidad, hasta el traje negro de mi jura, etc.). Pero ahí estaba mi querido suegro quien me dijo que él correría con todos los gastos y así lo hizo: le estaré siempre eternamente agradecido, ya que creo que hizo una buena inversión.
He de decir que antes de colegiarme tuve mis primeros pasos en el mundo jurídico laboral en la Asesoría del Sr. de Toro, en concreto, fue el año del mundial de fútbol de 1982, el año del "naranjito". Fui dado de alta con la categoría de Auxiliar Administrativo en fecha 1 de julio de 1982. Lo primero que hice es hacer cientos y cientos de fotocopias, ya que estaban tramitando un Expediente de Regulación de Empleo de la firma González Espaliú. Fui iniciado en las gestiones de tramitar contratos de trabajo, altas y bajas en la Seguridad Social, ofertas de empleo. Aprendí a llegar a la Tesorería General de la Seguridad Social, I.N.S.S., Inspección de Trabajo, Magistratura del Trabajo, entonces, ahora Juzgados de lo Social, etc.
Como nadie aprende solo, hubo una serie de personas que me enseñaron. Así, no puedo dejar de mencionar a Manolo Cárdenas, por desgracia fallecido demasiado pronto, su hermano Ricardo, Pepe Lora que aún continúa en la brecha y todo el resto del personal que por entonces allí había. Sería injusto no hablar de Rafa Sánchez. Era la persona que preparaba los juicios del jefe, mi futuro suegro, Manuel de Toro, algo que posteriormente me fue encomendado con el pasar de los años; también a él le debo el manejo de la inmensa biblioteca que poseía la asesoría. Allí conocí las editoriales más punteras del orden social de entonces (Lex Nova, CISS, Praxis, Aranzadi, etc.). También hacía las funciones de IBM (ibeme a por esto, ibeme a por lo otro) es decir, por ser el último en llegar también era el "chico" de los recados. Mis funciones eran tan variopintas como eran menester (hasta de los sellos de correos me encargaba), aprendí a tener mucha paciencia con funcionarios y toda clase de empleado tanto público com privado, a soportar "colas", ir a los bancos, etc. Así transcurrieron todos mis veranos, otoño, hasta el 31 de diciembre de cada año en que causaba baja y proseguía mis estudios de Derecho.
Así, hasta que en el mes de junio de 1985 acabé la carrera, ya que ese verano, habida cuenta mi próxima incorporación a filas era inminente, esto es en el mes de septiembre, decidí tomarme un verano "sabático", vamos a no hacer nada: me lo merecía a mi juicio tras estudiar todo el año.
Como digo, en el mes de diciembre de 1985, aun estando en el servicio militar, juré como abogado ante la Sala de la Audiencia Provincial, con su Presidente, Fiscal Jefe y demás magistrados de la época.
Como es sabido, para poder jurar se necesita un padrino. En mi caso, carecía de conocidos abogados o juristas que pudiesen apadrinarme, pero mi suegro que conocía a mucha gente, habló con un joven abogado entonces a quien le pidió el favor de ser mi padrino. Así lo hizo. Se llamaba y se llama Román Tirado Tejedor, hermano de mi amigo de estudios Miguel. Lo conocí unos días antes y se limitó a explicarme lo que había que hacer en la jura. En aquella época se estilaba llevar puros, muchos puros, para regalárselos a los Magistrados presentes en la jura, hoy ya no. Y llegó el esperado día, 16 de diciembre de 1985. Ese día juramos un buen grupo de abogados, entre otros Magdalena Entrenas, así como otro compañero, Adolfo Viguera. Recuerdo que este último venía con muletas, ya que según parece había sufrido un accidente de tráfico en el que por desgracia había perecido el Director de la Escuela de Prácticas Jurídicas, D. Antonio Casares, a quien personalmente no conocía.
Tras la jura, lo normal es irte a celebrarlo en la intimidad con tus más allegados. En mi caso, el grupo lo formábamos mis futuros suegros, mi entonces novia hoy mi esposa Lola de Toro, sus hermanos, mi madre y mi hermana, así como mi padrino. El ágape se celebró en "El Caballo Rojo", donde disfrutamos de una agradable comida.
Pues bien, tras esto, al día siguiente me dirigí como todos los días al Cuartel de Artillería a servir a la patria. Todo bien, hasta que un día me llegó una carta del turno de oficio en la que se me comunicaba que tendría que defender a un preso acusado del delito de quebrantamiento de condena que se llamaba Antonio Vico Martínez. El juicio estaba señalado para el día 8 de abril de 1986, en el Juzgado de Instrucción Número Dos de Córdoba. Yo que en mi vida de estudiante sólo había visto un par de juicios, tenía que preparar la defensa de alguien a quien el Fiscal le pedía 6 meses más de prisión. Me temblaba la mano, el cuerpo y estuve sin dormir varios días. Mi primera idea fue la de acudir a mi padrino. Él me tranquilizó o no, ya que me dijo donde se sentaba uno y lo que tenía que decir: poco para mi escasa preparación. Al final tuve suerte y pude demostrar su inocencia y fue absuelto pero la verdad es que lo pasé bastante mal.
El siguiente turno de oficio fue de una separación matrimonial (no tenía ni idea) y, sobre todo, cuando me entrevisté con la clienta asignada que lo primero que me dijo fue que si su marido se enteraba que estaba en mi despacho, nos cortaba el cuello a ella y a mi. Fabuloso encima creándome "amigos". Tampoco llegó la sangre al río. Lo que sí aprendí fue a buscarme la vida, preguntando a unos y otros, estudiando sentencias, códigos, etc.
El problema es que no podía abusar de mi futuro suegro pidiéndole que me pagase el ingreso en la Escuela de Prácticas Jurídicas. Ahora, desde la lejanía del tiempo, reconozco que aquello fue temerario y no se lo recomiendo a nadie.

miércoles, 5 de enero de 2011

GAUDÍ EN CÓRDOBA





Ignoro si los cordobeses de a pie se habrán fijado alguna vez que el acerado existente en la Avda. del Conde de Vallellano, en concreto la zona de acerado recayente a la zona asfaltada en toda su extensión, está compuesto por unas baldosas de tipo hexagonal, de color blanco, que en su conjunto conforman unas figuras bastante llamativas y por qué no decirlo, hasta raras.
Pues bien, desde estas líneas traslado para conocimiento de todos que el autor de las mismas fue el famoso arquitecto Antonio Gaudí, sí el diseñador de la Sagrada Familia y tantas y tantos edificios de tipo modernista construidos en Barcelona y otros lugares. El origen de dicha baldosa se debe a que el año 1906 Gaudí desarrolló el proyecto de la Casa Milà, que fue su segunda gran obra civil en el Paseo de Gracia, el señorial paseo de Barcelona. Las piezas hexagonales del pavimento hidráulico fueron inicialmente proyectadas para ser colocadas en los dormitorios de la casa Batlló pero finalmente se instalaron en La Pedrera.. La baldosa hexagonal de pavimento hidráulico en relieve dibuja cuando se unen siete piezas un triple dibujo con representación de una caracola (cefalópodo de la clase Ammonites), un alga (género Sargassum) y un pulpo (Equinodermus Ophiroideus). Hoy en día, estas baldosas se siguen fabricando en cemento comprimido de color gris oscuro y el Ayuntamiento de Barcelona la utiliza para la pavimentación de las aceras del Paseo de Gracia.
Tras este pequeña noción de historia, sólo decir que basta comprobar que cuando se rompe una de esas baldosas nuestro Ayuntamiento se dedica a rellenar el hueco con cemento. Por eso creo que de cara a nuestra deseada y querida próxima capitalidad cultural 2016 se restituya el acerado original que tenemos en esta Ciudad.















domingo, 19 de septiembre de 2010

NUEVO ARBORICIDIO

En estos últimos días, nuestra prensa se ha hecho eco de la tala indiscriminada de unas decenas de árboles en el entorno del Cementerio de San Rafael, incluso con la correspondiente propuesta de sanción a los responsables de tal desaguisado.
Igualmente, han sido numerosas las cartas, entrevistas, reuniones con el primer edil sobre el futuro de los árboles y más en concreto sobre el Parque Cruz Conde.
Pero, paseando por nuestra Córdoba me pregunto quién defiende a los árboles pequeños, de corta vida algunos, que silenciosamente van desapareciendo de nuestro entorno. Para ello, veamos algunos ejemplos:
El primero de ellos es un naranjo cortado hace tiempo y no repuesto en el cruce de la calle Claudio Marcelo con María Cristina, al lado de una panadería; se ve todavía la base sesgada y nadie de los responsables parece que se ha percatado de ello, ni siquiera quien lo cortó.
Otro ejemplo descarado fue el de un árbol, no sé de qué especie, que se colocó tras su remodelación en la calle Duque de Hornachuelos, a la altura de un ensanche, frente a la Delegación de Apuestas, con dos bancos metálicos, haciendo un rincón entrañable, pero que a base de golpes, primero fue tronchado para después desaparecer.
Lo último que he podido comprobar ha sido en la calle Alfaros, casi llegando al Ayuntamiento: existían dos árboles con sus respectivos alcorques que han desaparecido y en su lugar han puesto baldosas.
Y digo yo que para qué habrán servido tantos proyectos de remodelaciones de calles, plazas y demás, si después de pasado un tiempo el cuidador mismo, junto con algunos desaprensivos, se encargan de arrasar con lo proyectado. Espero que los encargados de nuestros árboles y jardines repongan a la mayor prontitud los árboles suprimidos.

lunes, 26 de abril de 2010

BASTA YA DE ENFRENTAMIENTOS

Hasta hace sólo unos cuantos años, nadie hablaba de ganadores y perdedores, de “fachas” y de “rojos”, república y dictadura, guerracivilismo, etc. Yo creía que este tema estaba más que superado por una sociedad que desea vivir en paz, ver crecer a sus hijos y conseguir la tan ansiada prosperidad, tanto propia como ajena.
Pero hete aquí que como consecuencia de una mal llamada “memoria histórica” a iniciativa legal del actual Gobierno, de una serie de asociaciones empujadas por una serie de “historiadores” que según ellos pretenden descubrir la verdad, como si ese tema ya no hubiese sido visto hasta la saciedad. Todos esos están provocando en la “ciudadanía” un ánimo de enfrentamiento, de calentar ánimos, de unos contra otros, como antes nunca se había visto.
Me temo que las personas mayores que en su juventud vivieron una posguerra tan cruel como la nuestra, fuese cual fuese su bando, el ganador o el perdedor, se les pondrá el vello de punta, como por aquí decimos, al volver a escuchar una serie de improperios, venganzas absurdas y desenterrar todo lo que se pueda.
Y me pregunto que a estas alturas de la historia, ¿qué sacamos con todo esto?, ¿quién se beneficia de la polémica?, ¿qué está pasando?, ¿por qué se utiliza la figura de un representante de la justicia como excusa para lanzar a la gente a la calle, incluida la bandera republicana? Nostalgias trasnochadas, buscando incluso el enfrentamiento directo, físico y verbal, con un partido fascista del que sólo quedan cuatro gatos.
Qué pasa que no tenemos otros problemas de que preocuparnos: léase la fracasada economía llena de parches por quien no sabe sacar adelante un país, fracaso escolar, fracaso educativo, fracaso laboral y por ende un fracaso social, posturas además de fanáticos que pretenden atacar a las instituciones del Estado y cuyos representantes en muchos casos alientan y defienden tales ataques.
Dejémonos de “inventos” y luchemos por sacar adelante este fabuloso país, mal que le pese a algunos y dejemos de provocarnos y desenterrar hachas de guerra.