domingo, 19 de septiembre de 2010

NUEVO ARBORICIDIO

En estos últimos días, nuestra prensa se ha hecho eco de la tala indiscriminada de unas decenas de árboles en el entorno del Cementerio de San Rafael, incluso con la correspondiente propuesta de sanción a los responsables de tal desaguisado.
Igualmente, han sido numerosas las cartas, entrevistas, reuniones con el primer edil sobre el futuro de los árboles y más en concreto sobre el Parque Cruz Conde.
Pero, paseando por nuestra Córdoba me pregunto quién defiende a los árboles pequeños, de corta vida algunos, que silenciosamente van desapareciendo de nuestro entorno. Para ello, veamos algunos ejemplos:
El primero de ellos es un naranjo cortado hace tiempo y no repuesto en el cruce de la calle Claudio Marcelo con María Cristina, al lado de una panadería; se ve todavía la base sesgada y nadie de los responsables parece que se ha percatado de ello, ni siquiera quien lo cortó.
Otro ejemplo descarado fue el de un árbol, no sé de qué especie, que se colocó tras su remodelación en la calle Duque de Hornachuelos, a la altura de un ensanche, frente a la Delegación de Apuestas, con dos bancos metálicos, haciendo un rincón entrañable, pero que a base de golpes, primero fue tronchado para después desaparecer.
Lo último que he podido comprobar ha sido en la calle Alfaros, casi llegando al Ayuntamiento: existían dos árboles con sus respectivos alcorques que han desaparecido y en su lugar han puesto baldosas.
Y digo yo que para qué habrán servido tantos proyectos de remodelaciones de calles, plazas y demás, si después de pasado un tiempo el cuidador mismo, junto con algunos desaprensivos, se encargan de arrasar con lo proyectado. Espero que los encargados de nuestros árboles y jardines repongan a la mayor prontitud los árboles suprimidos.